El cordobés se ha proclamado campeón con la sub-19.
Lucía el dorsal 14, el de su hermano Edu también jugador y al que, con solo 14 años, un derrame dejó en una silla de ruedas.
Es cordobés, se llama José María Fernández Martos, y este mes ha conquistado el Mundial juvenil con la selección española de balonmano. A sus 18 años, da un paso determinante en su carrera en la que siempre ha tenido a su hermano como fuente de inspiración.
Su hermano, Eduardo, era jugados de balonmano en Lasalle. A los 14 años, tras un entrenamiento, sufrió un derrame cerebral que lo dejó en una silla de ruedas. José María siguió adelante y, cuando llegó a la selección, pidió jugar con el 14, el dorsal de su hermano, al que mira con devoción mientras lo cuenta: "Mi hermano es un apoyo, un ejemplo de lucha todos los días... tenía la responsabilidad de demostrar lo máximo llevando su dorsal".
Su madre, orgullosa, relata la emoción de Edu al ver a su hermano jugando y con su dorsal. Su triunfo es una compensación por "la lucha, el trabajo, el esfuerzo diario de José María". Ahora su meta es ascender a plata con su club y estar en el europeo.