Con más de cien metros cuadrados y 500 figuras, es uno de los más grandes de España.
Este año se dedica a los Premios Goya, que se entregan en Granada.
Los belenes son cada vez más un reclamo turístico, como hemos comprobado en la localidad granadina de Huétor Tájar.
Llevan quince años montando el belén y rápidamente se dieron cuenta de que mucha gente de fuera quería verlo. Cada año pasan por él 25.000 personas, que además conocen el pueblo y su principal producto gastronómico, el espárrago.
Como ya ocurriera en los últimos años, el Belén Monumental de Huétor Tájar vuelve a recrear este año casi un centenar de rincones pintorescos y monumentos de toda la geografía española, que son el escenario de diversos pasajes bíblicos.
Mayka Gómez Reinoso es técnica de Cultura del Ayuntamiento hueteño y la belenista encargada de dirigir el montaje, que empezó en el mes de agosto.
Para que no falle el interés por el belén, hay que darle una buena factura; nos cuenta además que la tarea está muy reñida, porque el nivel de los belenistas en Andalucía es muy alto. Pero en Huétor Tájar, además, cada año se dedica a un tema concreto. Este año, a los Premios Goya, que se entregan en Granada.
Para elaborar este nuevo belén se han empleado más de 700 metros cuadrados de corcho, 400 metros de cable eléctrico, 150 kilos de pintura y 400 kilos de escayola. Detrás quedan más de 2.000 horas de trabajo.
Todo está hecho con materiales reciclables, porque su duración es efímera: una vez disfrutado se destruirá, allá por mayo; se planifica el nuevo y en agosto comienza su construcción; en el puente de la Constitución se abre y comienzan entonces las visitas al Belén y al pueblo, con sus encantos.
Entre las 500 figuras de barro hay 150 que tienen movimiento, gracias a motores de microondas, por ejemplo. Los vecinos ya saben que cuando se estropea algún electrodoméstico en casa hay que reservar el motorcillo para el belén municipal.
Con más de cien metros cuadrados, el Belén de Huétor Tájar es uno de los más grandes de España.