Se han abierto solo 15 kilómetros de pista, la visibilidad es bastante baja y varios telesillas permanecen cerrados por la fuerza del viento.
La estación de esquí de Sierra Nevada ha vuelto a abrir este Jueves Santo condicionada por las condiciones meteorológicas, especialmente por las rachas de viento y el hielo.
Afronta así la apertura progresiva de remontes y pistas adaptada a una climatología, con rachas de viento de hasta 60 kilómetros por hora y zonas con baja visibilidad.
Aunque ha retrasado su apertura hasta las 9:00 horas para acometer tareas de limpieza de hielo, la estación oferta de momento 15 kilómetros esquiables repartidos por 23 pistas.
Mantiene además cerrado el telesilla Monachil, Veleta y Parador por viento y el Emilio Reyes por cambio de poleas y desbloqueo del hielo.
La estación ofrece un desnivel esquiable de 900 metros y tiene espesores de hasta dos metros de nieve calidad polvo/húmeda.