La aldea de El Rocío se adapta a los peregrinos con movilidad reducida
La Hermandad de Isla Cristina ha hecho posible que un grupo de personas con discapacidad disfrute de una jornada de devoción y convivencia.
Un sendero adaptado ya facilita que quienes necesiten una sillas de ruedas o muletas puedan llegar con más facilidad a la ermita.
La aldea de El Rocío se está adaptando a la universalidad de la devoción a la Virgen y ha preparado su acceso para facilitar la visita a las personas con movilidad reducida. Un sendero accesible por la aldea almonteña que este miércoles ha recorrido un grupo de peregrinos junto a la hermandad de Isla Critina, que ha organizado una jornada de convivencia en la aldea.
La mañana arrancó con un desayuno en la casa hermandad de Isla Cristina, que celebre ya 51 años de historia. Su hermano mayor, José Ángel Brizo, destaca su voluntad de trabajar por los colectivos más vulnerables.
En esta jornada un grupo de personas con movilidad reducida han podido hacer el camino desde la casa hermandad hasta la ermita. Es algo menos de un kilómetro de recorrido pero hasta ahora no lo habían podido recorrer, al ser un camino de arena que impide el tránsito de sillas de rueda o dificulta caminar con muletas.
La adaptación de la aldea de El Rocío a las personas con movilidad reducida empieza a ser una realidad. El sendero adaptado se extiende por el paseo marismeño, con un firme compacto y señalizado que permite visitar a la Virgen del Rocío en cualquier momento del año. Un recurso que permite disfrutar, sin barreras, de una jornada de fe y convivencia.
