La venta del Recreativo de Huelva está más cerca de hacerse realidad después de conocerse que un grupo internacional estaría dispuesto a hacerse con él
Todo está a la espera de un informe favorable sobre el estado del club y las condiciones del pago de la deuda que mantiene con el ayuntamiento
Si todo va bien, a finales de enero de 2025 el Recreativo de Huelva podría tener un nuevo propietario. Hay un acuerdo entre Gildoy, máximo accionista del club, con el nuevo comprador. El Ayuntamiento de Huelva lo vería también con buenos ojos.
A partir de ahora se abre un periodo de transición hasta que se confirme un informe favorable del club en todos los aspectos.
Aunque el Ayuntamiento de Huelva deja claro que no forma parte de la operación de venta, la deuda de 14 millones de euros que el Recreativo mantiene con el consistorio, lo convierten en un actor clave en la operación. El ayuntamiento ha confirmado que no se desprenderá del 23 por ciento de las acciones del club que posee y que, a partir de este momento, se mantiene "vigilante" ante un nuevo escenario.
HISTORIA CENTENARIA
El Recreativo está a punto de cumplir 135 años de historia. Una historia que no ha estado carente de penalidades, no sólo en lo deportivo, también en lo económico. Situaciones que han marcado la trayectoria del club, sobre todo, en las últimas décadas. Recordamos algunos de esos momentos críticos que ha vivido el Decano en su historia reciente.
A principios del año 2000, se aprobó un decreto que establecía la conversión de todos los clubes deudores en Sociedades Anónimas. En aquel entonces el Recreativo debía ocho millones de euros. El entonces alcalde, el popular, Pedro Rdoriguez impulsó la venta de los terrenos donde se asentaba el antiguo estadio, en Isla Chica, y la construcción del nuevo estadio junto a la ría.
Consiguió 2700 millones de las antiguas pesetas imprescindibles para que el club se convirtiera en sociedad anónima. El consistorio compró el 98 y medio por ciento de las acciones. Por aquel entonces el recreativo tuvo una época de esplendor en lo deportivo, con dos ascensos a Primera División, en los años 2002 y 2006 y una final de la Copa del Rey pero en septiembre de 2010, el decano solicitó acogerse a un concurso de acreedores al no poder pagar las nóminas de la plantilla.
La deuda ascendía a 23 millones y asfixiaba a la institución. Es en ese momento cuando aparece en escena el grupo Gildoy España con Pablo Comas. En 2012 compra el Recreativo. Se queda con el 75% de las acciones y así se evita la desaparición. Tres años más tarde las deudas atenazaba a la entidad recreativista y para mayor desgracia, llega el descenso a 2ªB por lo que queda fuera de los derechos televisivos.
Ese mismo año es declarado Bien de Interés Cultural por la Junta De Andalucía, por su decanato, y así se convierte en el único equipo de fútbol con esa distinción. De esa forma se blinda contra la desaparición.
Tras una serie de movilizaciones populares, el Trust de aficionados, el ayuntamiento --ya en época del alcalde del PSOE Gabriel Cruz-- y la Federación de Peñas impulsaron la campaña "Líberos del Decano" para intentar la salvación. El Trust interpone una demanda contra Comas por presuntas irregularidades cometidas durante su gestión al frente del Decano y el ayuntamiento se persona en la causa.
El Tribunal Supremo confirma la condena de un año y tres meses de prisión al expresidente del Recreativo que el TSJA ya había impuesto, por un delito de falseamiento de cuentas sociales en su gestión al frente del club.
Otro momento clave llega con la expropiación del club, en 2016, por parte del consistorio. Una expropiación aprobada en pleno debido al interés social y apoyándose en la catalogación de BIC. Comas se revuelve y se querella contra el ayuntamiento.
La primera sentencia de la Audiencia Provincial da la razón al consistorio pero posteriormente el TSJA anula la expropiación. Después el ayuntamiento presenta un recurso de casación al Tribunal Supremo que está pendiente de ser admitido. Paralelamente, el ayuntamiento, con Pilar Miranda, del PP a la cabeza, abría la vía de la negociación que ha dado como resultado la posible venta del Recreativo a un nuevo grupo inversor.