Planean las acusaciones del comisionista Aldama que apuntan directamente a la cúpula del partido, el caso Koldo y Ábalos o el proceso a la esposa del presidente. También el debate territorial, con críticas internas a la financiación singular de Cataluña y algunos líderes territoriales cuestionados.
En Sevilla ha comenzado esta tarde el 41 Congreso Federal del PSOE, convocado por Pedro Sánchez para rearmar el partido de cara al próximo ciclo electoral. El PSOE afronta su congreso federal marcado por los frentes judiciales y por la ley de amnistía o el trato de favor para Cataluña para conseguir la investidura de Salvador Illa, lo que ha generado tensiones entre los líderes regionales. Tras el congreso varias federaciones podrían cambiar sus liderazgos.
El partido cerrará filas y se volcará en apoyar a su líder, el presidente del Gobierno y secretario general, Pedro Sánchez, que volverá a ser reelegido en un cónclave marcado por la abrupta dimisión del líder en Madrid, Juan Lobato, y con frentes abiertos en los juzgados como las acusaciones del comisionista Víctor de Aldama que apuntan directamente a la cúpula del partido, el caso Koldo y Ábalos o el proceso a la esposa del presidente, además de la especulación sobre la continuidad de algunos dirigentes territoriales.
El primero en caer ha sido su secretario general, hasta ahora Juan Lobato, última voz discordante. A pesar de que en 2021 contó con el apoyo del presidente del Gobierno para hacerse con el control del partido en la comunidad, el pasado miércoles dimitió por la polémica del email de la pareja de Ayuso y su decisión de acudir a un notario. El ministro Oscar López se postula para ocupar su lugar, mientras la federación acude a Sevilla dirigida por una gestora.
Otro de los líderes regionales cuestionado por la dirección nacional es Luis Tudanca, al frente de los socialistas castellano leoneses y quien cargó contra Ferraz por impedir que la renovación de esa federación fuera antes que el congreso federal. Tudanca ha sido una de las escasas voces que ha apoyado al madrileño Juan Lobato.
Tampoco cuentan con el respaldo de Ferraz los socialistas García Page y Lambán, que abanderan las críticas al presidente del Gobierno, y siguen siendo considerados un factor desestabilizador por la dirección que encabeza Sánchez. Tanto el líder en Castilla la Mancha como el de Aragón han mostrado su rechazo a asuntos como la ley de amnistía o el sistema de financiación singular para Cataluña, pactado con los independentistas, para conseguir la investidura de Salvador Illa como Presidente de la Generalitat. Después de 12 años en el cargo, Lambán no se presentará a la reelección y suena con fuerza la ministra Pilar Alegría para sustituirlo.