El Sevilla logró un triunfo sufrido y muy necesario (1-0) este sábado ante el RC Celta que brindó a su leyenda Jesús Navas en su último partido en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
El adiós de Navas ante su afición, que se retirará con el último partido de 2024 ante el Real Madrid, marcó el partido en Nervión. El capitán, después de 20 años de carrera intachable en servicio a su Sevilla, formó en un once titular al que le tocó sufrir ante un Celta con 'malas intenciones' asomando a la meta local.
Iago Aspas dirigió el juego visitante y Pablo Durán ofreció sus desmarques, también su remate, con un cabezazo al palo como la ocasión más clara. El Sevilla no pisó casi el campo del Celta, cero salida con intención ofensiva, y apenas tuvo un disparo de Saúl Ñíguez como ocasión de gol. En la reanudación, el guion cambió pero muy poco a poco, con los celestes bajando mucho su producción.
Más cómodo en ese sentido, el Sevilla pasó a jugar en campo rival y el canterano Manuel Bueno lo probó dos veces y a la tercera fue la vencida, con un buen remate raso que supuso el 1-0 en el minuto 65. Poco después llegó el cambio de Navas, exprimido y con un fuerte golpe en la rodilla desde el primer tiempo, las lágrimas y abrazos con el de Los Palacios, y el sufrimiento del internacional español en el banquillo por atar la victoria de despedida.
El Celta despertó con Alfon y Mingueza por banda izquierda, pero sus centros no encontraron remate. Con suspense, un gol anulado incluso por fuera de juego, respiró un Sevilla que no pudo contar con Carmona, Isaac Romero y Juanlu Sánchez por sanción. Tres puntos para crecer en la tabla, por encima del Celta, y para celebrar con alegría la carrera inolvidable de su 'Jesusito' Navas.