El incendio que devastó el establecimiento hace una semana ha levantado una imparable ola de solidaridad
Establecimientos de todo tipo, incluso de su propia competencia, han empezado a distribuir huchas y a recaudar dinero para que los propietarios puedan hacer frente al seguro
Lo que queda del bar Estilo recuerda más un local en ruinas que a una cafetería. Cuando empezó a arder, dieron el aviso desde otro establecimiento de la competencia.
Todo se consumió en pocos minutos y aunque no hubo daños personales, Mariano también quedó consumido a su manera. Y es que el seguro no cubre el dinero que deja de facturar.
Así que en el Zaidín, un barrio de gente trabajadora, empezaron a aflorar huchas y carteles para ayudar al argentino. Mariano todavía sigue teniendo el susto en el cuerpo, pero ha descubierto un barrio donde la solidaridad habita en cada uno de sus edificios.