conflicto diplomático
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El Gobierno eleva una queja formal a México por vetar al rey

En la nota de protesta se recalca que el Rey es la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales

Ningún miembro del Ejecutivo español acudirá a la toma de posesión de Sheinbaum. Pero si lo harán sus socios de Sumar, además del BNG, Podemos y EH Bildu.

CANAL SUR MEDIA 27 septiembre 2024

El Gobierno ha protestado formalmente ante México por el veto a Felipe VI en la toma de posesión de la nueva presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, el 1 de octubre, un desaire que ha tensado las relaciones entre los dos países. El Ministerio de Exteriores convocó el martes al embajador mexicano para trasladarle "una nota verbal" (conducto normal de comunicación escrita entre las embajadas y el Ministerio de Exteriores), en la que manifestaba su queja por no haber invitado al rey a la ceremonia. 

Paralelamente, el embajador español en la capital mexicana acudía a la Cancillería para entregar en persona esta protesta. El Ejecutivo, que decidió no participar en la ceremonia de traspaso de poder, ha manifestado con estas "notas verbales" su queja formal por un hecho sin precedentes en la relación que España y la Corona han tenido con los países de América Latina y en la representación del monarca en las tomas de posesión de los mandatarios.

No habrá, por tanto, ningún miembro del Gobierno en la toma de posesión de Sheinbaum, aunque sí habrá representación de Sumar, su socio en el Ejecutivo, lo que no ha gustado al PSOE, y también del BNG, Podemos y EH Bildu. El Gobierno español decidió no asistir a la ceremonia, después de que la presidenta electa vetara al rey por no responder a una carta en la su antecesor y padrino político, Andrés Manuel López Obrador, reclamaba en 2019 al monarca una disculpa por los errores de la conquista.

Los legisladores que viajarán a México militan en Sumar -socio del Gobierno socialista-; EH Bildu, nacionalistas vascos; BNG, nacionalistas gallegos, y Podemos, antiguo aliado del Ejecutivo. El portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, admitió su malestar cuando hay una posición "oficial" del Ejecutivo de no acudir a la ceremonia tras el veto al rey. López defendió la coherencia de la postura de España porque "no se puede rechazar la presencia del jefe de Estado" y, por tanto, lo que ha hecho el Gobierno "es actuar en consecuencia".

Gerardo Pisarello, diputado de Sumar que viajará a México, justificó su asistencia señalando que no tiene ningún sentido causar "un nuevo desaire" no acudiendo a este acto porque eso supondría "dificultar las relaciones en lugar de contribuir a resolverlas".

Mientras, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, consideró "lógica" la decisión del Gobierno español y censuró "la falta de respeto a nuestro país" por parte del Ejecutivo entrante mexicano porque no invitar a Felipe VI es una "provocación inaceptable entre dos países que a pesar de ellos, seguirán siendo hermanos en el futuro".

En medio de la polémica, el dirigente regional socialista Emiliano García-Page rememoró este jueves una reunión que mantuvo con López Obrador cuando este era gobernador de México DF, en la que dijo: "Odio a los españoles y odio a España. Nunca viajaré a España".

Tras décadas de sintonía, el nuevo desencuentro entre México y Madrid agudiza el progresivo deterioro de las relaciones bilaterales que marcó la legislatura de López Obrador que concluirá el 1 de octubre con la toma de posesión de Sheinbaum.

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