Las estafas favoritas de los ciberdelincuentes esta Navidad
Las fuerzas de seguridad se afanan estos días en recordarnos que la Navidad es la época en la que se produce el mayor número de estafas.
Tirar la caja vacía tras recibir un pedido puede costar muy caro si no se retira la etiqueta. Los ciberestafadores aprovechan estas fechas para engañar a numerosas víctimas.
Los números no mienten: el periodo navideño es el favorito de los ciberdelincuentes para hacer de las suyas, coincidiendo con un incremento en el tráfico y las compras por Internet.
El aumento de las compras electrónicas motiva tretas cada vez más ingeniosas para la sustracción de información sensible o para el vaciado de cuentas corrientes. Por ello conviene aprender a identificar las principales estafas que se dan por estas fechas.
Los delincuentes buscan nuevas fórmulas de engaño, y hay que estar muy atentos. El comercio electrónico es el más vulnerable, pero hay consejos y algunos además sencillos, que pueden ayudarnos a no amargarnos las fiestas.
Uno de estos consejos difundidos por la Policía Nacional y la Guardia Civil es retirar las etiquetas de los embalajes de los pedidos que se hayan recibido en casa. Estas etiquetas revelan información como nuestro nombre, dirección e, incluso, un número de teléfono. Por ese motivo, aunque nos parezca algo de lo más intrascendente, pueden abrir el camino a estafas mucho más complejas.
Los ciberdelincuentes pueden utilizar las etiquetas de los paquetes para obtener información personal, suplantar la identidad de la víctima y cometer fraudes. Por ese motivo, es aconsejable eliminar los datos, para no dejar ningún rastro una vez que tiremos la caja a la basura.
Otro consejo es comprar siempre en páginas de confianza, es decir, en plataformas contrastadas, donde las buenas ofertas van acompañadas de los certificados que aseguran la privacidad de los datos para evitar que no sean filtrados. Nada de apariencias extrañas, ausencia de información de contacto del comercio y gangas imposibles, recuerdan.
Además, no se debe pinchar en enlaces sospechosos. No es el mejor momento de fiarse de ofertas de correos electrónicos en los que nunca se ha comprado y que soliciten nuestros datos económicos desde el principio. Es mejor ir directamente a la página oficial, escribiendo la dirección en el navegador, no siguiendo el enlace proporcionado.
También hay que revisar la política de privacidad y de devoluciones, y cuantos más métodos de pago permita la página web, más fiable será.
Comprobar los movimientos bancarios tras realizar una compra y asegurarnos de que los cargos son correctos es otra norma básica a seguir. Ante alguna transacción sospechosa o no reconocida, hay que comunicarlo de manera inmediata al banco.
