El presidente del Gobierno ha salido al paso de la noticia sobre la apertura de diligencias contra su esposa por supuesto tráfico de influencias asegurando tras una pregunta del portavoz de ERC en la sesión de control al Gobierno en el Congreso.
El cara a cara entre el presidente y el líder de la oposición ha estado marcado por el resultado de las elecciones vascas.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha salido al paso este miércoles de la noticia de la decisión de un juez de abrir diligencias contra su esposa, Begoña Gómez, por supuesto tráfico de influencias y ha afirmado: "En un día como hoy y después de las noticias que he conocido, a pesar de todo, sigo creyendo en la Justicia de mi país, en su autonomía y en su independencia".
Con gesto muy serio, Sánchez ha respondido así en el Congreso a la pregunta del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que ha dicho entender al presidente porque cree que está "sintiendo en sus carnes la guerra sucia".
El jefe del Ejecutivo parecía hacer referencia a una información de el Confidencial acerca de la apertura de diligencias contra su esposa por un presunto delito de tráfico de influencias por las relaciones con varias empresas que accedieron a adjudicaciones públicas.
"¿Cree usted en la Justicia?", es la pregunta concreta que le ha formulado Rufián. "Pues fíjese, voy a ser muy escueto, ha respondido Sánchez, con el semblante serio. En un día como hoy, y después de las noticias que he conocido, a pesar de todo, sigo creyendo en la Justicia de mi país".
Rufián ha afirmado que entiende "perfectamente" al presidente del Gobierno pues le ve "sintiendo en sus carnes la guerra sucia", y le ha recordado otros episodios como el espionaje a políticos con el sistema Pegasus, la operación Cataluña de las llamadas 'cloacas' de Interior, la investigación sobre presiones a Andorra para desvelar cuentas de la familia Pujol, o las investigaciones por terrorismo contra Tsunami Democràtic que llevan a cabo "jueces con toga al servicio de la derecha y la ultraderecha".
"Durante todo este tiempo hemos visto cosas gravísimas --ha señalado--. Nadie ha pagado, están más envalentonados que nunca y volverían a hacerlo. Incluso ustedes en algún momento han mirado hacia otro lado. Así que la pregunta también es muy sencilla, señor presidente: ¿qué piensa hacer? Porque hay un montón de Villarejos. ¿Qué piensa hacer para resarcir todo esto y para restituir a toda esta gente?".
Pero Sánchez no ha querido entrar en esos episodios, limitándose a recalcar que cuando entró en la Moncloa "hace ya casi seis años, salieron todas estas corrupciones que efectivamente avergüenzan a los demócratas".
Y se ha ratificado en su primera respuesta: "Insisto en lo que he dicho: en un día como hoy sigo creyendo en la Justicia, en la independencia y en la autonomía, en la separación de poderes".
Por su parte, el partido socialista habla de denuncia falsa. Mientras el PP pide a Sánchez que de la cara.
Ha sido la primera sesión de control tras las elecciones vascas.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha acusado este miércoles al jefe del Ejecutivo de ser "indisociable" al independentismo y convertir al PSOE en un "partido menguante" y "subalterno" del mismo, mostrándose convencido de que "acabará entregando el Gobierno a los independentistas" en Cataluña tras las elecciones del 12 de mayo. Por su parte, Pedro Sánchez ha presumido del apoyo de los vascos en las elecciones del domingo al bloque de investidura.
"Nueve de cada diez votos el pasado domingo en Euskadi fueron a partidos políticos que apoyaron esta investidura y a este Gobierno y las políticas que estamos desplegando durante estos meses de legislatura. Nueve de cada diez. Ese es el resultado de la política de confrontación, de desinformación y de bulos que ustedes están practicando. Les ganamos nueve a uno", ha espetado a Feijóo en la sesión de control al Gobierno.
En su réplica, Feijóo ha señalado que con Sánchez "los independentistas tienen la última palabra". "Usted es al independentismo lo que Koldo es al PSOE, indisociable", ha dicho a Sánchez, para avisarle que es "irrelevante" territorialmente.
Por su parte, Vox ha vuelto a criticar la regularización extraordinaria de 500 inmigrantes.