La Agencia Estatal de Meteorología cuanta con una red de voluntarios que recogen datos en diferentes puntos del territorio andaluz.
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El planeta lleva tiempo dando señales. El deshielo en los glaciales, esas masas de nieve cristalizada que retroceden en silencio un poco cada hora, las inundaciones que arrasan territorios antes secos, esas olas de calor que devasran, a modo de incendios, hectáreas y hectáreas de tcampos fertiles y protegidos. Los meteorólogos son los especialistas que miden esto y no tienen buenas noticias, al menos a corto plazo deshielo, osos, inundaciones, sequía, incendios.
Temperaturas anormales como el año pasado con cuarenta día a más de 40 grados en muchos puntos de Andalucía y lluvias muy escasas. AEMET, la agencia estatal de meteorología, cuenta con personas colaboradoras para recoger sobre el terrono datos. En Andalucía hay 383 de estos voluntarios. José Luis Campos es uno de ellos, trabaja en una de la sinstalaciones del IFAPA, el instituto de Formación Agraria y Pesquera que es donde está instalado el medidor.
La tarea de estos colaboradores es ampliar los datos obtenidos por los observatorios de la agencia de meteorología.. Su información es crucial para realizar estudios climáticos regionales, comarcales y locales. En la localidad onubense de Tharisis, María Sampedro Álvarez se ocupa de la estación meteorológica. Esta es automática, no manual.
Algunos de los colaboradores que tiene la agencia de meteorología son observadores fenológicos, aportan información del comportamiento de plantas y animales. Todos comparten su afición por la meteorología. Los voluntarios, sobre todo los que llevan muchos años han sido testigos de los cambios en el tiempo.