Comparsa 'El joyero'

Tras tomarse un año sabático por cuestiones personales, ha regresado David Carapapa al concurso con una comparsa prisionera del joyero que es la Tacita de Plata. Corte clásico, elegante, que recuerda al carnaval de hace 50 años. Tipos de antes en una agrupación con unas formas y repertorio que lo ha metido en la final y de lleno en la pelea para luchar por lo máximo en el concurso.

Fiel al apego del autor por las causas sociales, el primer pasodoble de 'El joyero' se mete en el final de una relación de pareja, pidiendo que no resulte traumática para los hijos y que no los utilicen, sino que mantengan el respeto y el cariño. El segundo es el retrato de una época con de las recordadas agrupaciones de los años 50 y 60, recogidas de forma simbólica en esa imprescindible caja de zapatos llena de cassettes grabadas de la radio.

Los cuplés profundizan en el tráfico clandestino de purpurina y en las indiscreciones que puede revelar el smartwatch.

SEMIFINALES

Con dos pasodobles muy críticos, estos comparsistas arriesgan y pujan por regresar el viernes. El primer pasodoble, en defensa de Palestina. Dice la letra contra el "exterminio en Palestina por parte de Israel, con el apoyo de Estados Unidos, mientras Occidente mira hacia otro lado y el cristianismo demuestra que le duelen más los niños de Ucrania que los de Gaza". El público del Gran Teatro Falla se ha puesto en pie con esta letra tan comprometida. 

El segundo pasodoble, dedicado a Andalucía pero con un giro al final con fuerte crítica. "Qué bonitas sus ferias, sus coches de caballos, y es que de Andalucía yo veo bonitos hasta sus rodaballos". Piropos que terminan en un duro golpe: "diría qué pena mas grande de mi Andalucía, los jóvenes se marchan buscándole el futuro que aquí les niegan y se quedan los viejos que se están muriendo en las listas de espera".

Y la crítica ha continuado en los cuplés. Hablan del envejecimiento de la población y de los jóvenes que no quieren tener hijos. "En nuestro país hay más perros que niños. Que sean los perros los que paguen las pensiones", dice la letra. Contra una Andalucía acomodada. En el segundo cuplé critica la bronca entre políticos en el Congreso de los diputados. 

CUARTOS

La presentación, que brilla por su letra y voces, da paso a una tanda de pasodobles muy aplaudida por el público. El primero, muy emotivo, el que canta un padre hablando de su hijo autista. El segundo es una crítica a la derecha española, una derecha desorientada, a la que si “de verdad tanto le preocupa la unidad de España y los españoles… coge la bandera y con esos cojones pelea porque tengan un salario digno los trabajadores, por nuestra sanidad, nuestra educación y nuestra pensiones”.

Simpática tanda de cuplés y bonito popurrí que muestra la experiencia y las tablas de unos integrantes que seguro volverán a pisar el Falla en este concurso.