A sus 45 años, cuenta su historia de superación y supervivencia entre risas, con una alegría y vitalidad que sorprenden cuando se hace un repaso por su historial médico: cuatro cánceres superados entre 1999 y 2015 (de tiroides, mama, ovarios y endometrio), que la han hecho pasar por más de un centenar de ciclos de quimioterapia a lo largo de su vida y por varias operaciones, además de dejarle importantes secuelas con un dolor crónico con el que convive a diario con parches de morfina. Todo eso no le ha quitado las ganas de trabajar con su empresa de organización de eventos y conciertos y tampoco las de viajar: fue precisamente tras volver de Egipto, donde tiene previsto impulsar un proyecto con mujeres locales, cuando se encontró de cara por primera vez con el coronavirus a finales de febrero pasado. Considera que en la desescalada, y para no bajar la guardia, sería bueno que se hiciera público por ejemplo cómo es un proceso en la UCI por esta enfermedad.