La Junta de Andalucía reclama a la empresa sueca, dueña de la mina en aquel momento, que le pague los 90 millones de euros que costó la limpieza y rehabilitación de la zona
El 25 de abril de 1998 ocurrió la mayor catástrofe ambiental de Andalucía. La presa de la mina, propiedad de la empresa sueca Boliden, se rompió. Y 5 millones de metros cúbicos de lodos tóxicos contaminaron toda la zona llegando a los aledaños de Doñana.
La Junta asegura que Boliden tiene que pagar los 90 millones de la limpieza y la restauración. Se basa en un artículo de la ley de Minas que establece que "quien contamina paga".
En frente, Boliden. Argumenta que este artículo es posterior a 1998, año en que ocurrieron los hechos. El desastre de Aznalcóllar marcó un punto de inflexión para la conciencia social y las autoridades.
Y la restauración se ha convertidos en un referente internacional por la eficacia de las medidas empleadas. Aunque algunos científicos señalan que aún hay restos peligrosos en la cuenca de la mina.