Las floristerías experimentan un notable aumento de ventas en los días previos a la celebración.
Llevar flores a los cementerios es una tradición que se mantiene en el tiempo.
Las festividades de Todos los Santos y del Día de los Difuntos son uno de los momentos del año en los que más flores se venden. Las floristerías experimentan un notable aumento de la demanda en los días previos a estas celebraciones.
Llevar flores a los cementerios es una tradición que se mantiene en el tiempo y que para el sector supone un mayor volumen de negocio y unos días de mucho trabajo.
Nos lo cuenta el florista Héctor San Pedro. Son muchas las visitas de clientes que recibe esta semana en su floristería. Vienen a por ramos y centros para llevarlos a sus seres queridos en los cementerios.
Todos los Santos, junto a san Valentín y el Día de la Madre, son las fechas de mayor venta de flores de todo el año. Lo que más se venden en estos días son rosas, claveles y margaritas, aunque algunos clientes prefieren innovar.
Crisantemos, gladiolos o gerveras son otros de los clásicos de estos días. En cuanto al precio de la flor cortada, este año ha experimentado un ligero incremento.