Ala 78, la escuela de referencia de pilotos de helicópteros de las Fuerzas Armadas.
Cuenta con instalaciones modernas, simuladores de vuelo de última generación y una flota de helicópteros que permite ofrecer una formación integral y adaptada a las últimas tecnologías.
La Escuela de Helicópteros del Ejército del Aire Ala 78, ubicada en la Base Aérea de Armilla (Granada), se ha convertido en un referente nacional e internacional en la formación de pilotos. Tal es el grado de pericia de los docentes que en 2003 se formó aquí la Patrulla Aspa, especializada en vuelo acrobático.
Muchos de los instructores que forman a los pilotos de hoy han sido o son miembros de esta patrulla.
Desde la creación de la Escuela de Helicópteros del Ejército del Aire Ala 78, en 1980, en la Base Aérea de Armilla se han formado cuatro mil seiscientos pilotos.
Con el paso del tiempo el Ala 78 ha perfeccionado sus métodos de enseñanza y ha formado a generaciones de pilotos, que consolidan su prestigio y experiencia. Los instructores son, como afirma el coronel jefe de la base, Miguel Durán, el valor más preciado de la escuela.
El grado de exigencia a los alumnos esta relacionado directamente con la formación de sus instructores. Todo piloto de helicópteros ha tenido ajustarse al número fijado de horas en cada fase de aprendizaje, no hay segundas oportunidades, destaca el coronel Durán.
La escuela de pilotos del Ala 78 cuenta con instalaciones modernas, simuladores de vuelo de última generación y una flota de helicópteros que permite ofrecer una formación integral y adaptada a las últimas tecnologías. Por sus instalaciones pasan al año noventa alumnos que, tras recibir una enseñanza individualizada, vuelven a sus unidades de origen, Ejercito de Tierra, del Aire, Armada y Guardia Civil, donde completarán su formación específica, como explica Javier Triviño, capitán instructor.
La seguridad es una prioridad absoluta en todas las fases de la formación. Se realizan rigurosos controles de calidad y se aplican los más altos estándares de seguridad. Los alumnos adquieren no solo las habilidades técnicas necesarias para pilotar un helicóptero, sino también conocimientos teóricos sólidos, junto a los principios y valores que rigen la vida militar.
La reputación de la escuela trasciende las fronteras españolas. Pilotos de otros países acuden a Armilla para recibir formación. Por su prestigio, experiencia y compromiso con la excelencia convierten a la Escuela de Helicópteros del Ejército del Aire, Ala 78 en un referente nacional e internacional.