Una bodega recupera las técnicas de viticultura ancestral de la zona.
Contribuye a recuperar el paisaje y produce vinos de gran calidad y pureza.
Una bodega de los Montes de Málaga ha recuperado las técnicas de viticultura ancestral de la zona: vendimian a mano y con ayuda de mulas.
Debido a la inclinación y lo escarpado del terreno, la forma de vendimiar en este paraje natural ha sido siempre así. A mano y en algunos terrenos con la ayuda de mulas. Es la manera tradicional de vendimiar en los montes de Málaga, a más de 800 metros sobre el nivel del mar.
Es una viticultura casi heroica, siempre luchando con la verticalidad del terreno, incluso peligroso para las mulas. Por su dificultad, cada vez se hace menos, aunque hay quien continúa practicando este sistema para conseguir vinos de gran calidad y pureza. Es el caso de la empresaria vitivinícola Victoria Ordóñez.
Azadón en mano para cavar, esta forma de vendimia contribuye a restaurar el paisaje y preserva una práctica y una cultura de la vid presente en Málaga desde el período andalusí. Dificultades que, según Ordóñez, merece la pena afrontar para obtener unos vinos con un sabor y un espíritu cien por cien malagueños,
Málaga llegó a ser la mayor productora mundial de la variedad Pedro Ximénez y en el siglo XVIII se hablaba de la fama y la calidad que tenían los vinos blancos secos de la zona, que se vendían en Rusia, China o América.