El asalto se produjo en la madrugada del 31 de diciembre y lo sustraído tiene un valor económico y sentimental incalculable
El asalto se produjo en la madrugada del 31 de diciembre. Cadenas, anillos o broches donados por fieles y devotos a través de promesas y peticiones. Unas alhajas que colgaban de los pecherines de las Virgen y el niño y que ha sido lo único sustraído por los asaltantes que ascendieron por un tajo hasta acceder al patio de la iglesia y desde allí, forzar la cerradura de la sacristía, llegando al camarín de las imágenes.
La Guardia Civil continúa investigando los hechos y analizando las cámaras de seguridad de la zona para dar con los asaltantes.