Aunque se adelantó en el marcador en el minuto 26, con un buen gol del Chimy Ávila en un lanzamiento de falta, no supo contener el vértigo de un rival que pisaba con facilidad el campo contrario.
El Betis selló anoche su pasaporte para los dieciseisavos de final de la Copa del Rey tras ganar al Sant Andreu, equipo de la Segunda Federación. Los verdiblancos firmaron otro mal partido y siguen sin despejar las dudas futbolísticas surgidas en las últimas semanas.
El camino hasta llegar a la victoria no fue ni mucho menos plácido. Todo lo contrario. El equipo verdiblanco, con grandes problemas en la creación de juego, nunca tuvo el control del partido. Y aunque se adelantó en el marcador en el minuto 26, con un buen gol del Chimy Ávila en un lanzamiento de falta, no supo contener el vértigo de un rival que pisaba con facilidad el campo contrario. Y eso le valió para conseguir el empate en la recta final del primer tiempo con el gol de Sergio Serrano.
En la reanudación se intensificaron las diferentes dinámicas. El Betis no despertaba de su letargo y el equipo local apretaba las clavijas. Tocando el balón y saliendo con la pelota jugada. Tuvo un par de ocasiones muy claras para adelantarse en el marcador. En ambas, la intervención del guardameta Fran Vieites resultó vital para evitar males mayores. Aunque en una de ellas contó con la involuntaria colaboración de Albertito, jugador del Sant Andreu, que sacó bajo palos el remate de su compañero Lucas Viña.
Movió piezas Manuel Pellegrini, aunque sin cambiar el plan. Pero con el paso de los minutos le sirvió para resolver la papeleta. Marc Bartra, aprovechando el rechazo del guardameta Nil, tras un penalti mal lanzado
por Vítor Roque anotó el 1-2. Y ya en el tiempo de prolongación Abde, asistido por Mateo Flores, certificaba la sufrida clasificación de un Real Betis con muchas dudas por resolver.