EUROPA LEAGUE
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La conexión vintage del Betis con la República Checa

A principios de los años 90, el entrenador verdiblanco era el checo Jarabinsky, en el centro del campo mandaba el pequeño pero gran jugador Bilek y en la punta de ataque se apostó por un jugador también internacional por el país centroeuropeo como Kukleta. 

28 noviembre 2023

El Betis disputa este jueves su compromiso de Europa League que le llevará hasta la República Checa donde los de Pellegrini intentarán certificar el pase a la siguiente ronda, y en función de los resultados, puede que de forma directa a los octavos de final de la Europa League como primero de grupo.

Con una Ciudad Deportiva recién inaugurada, con la mejor racha de puntos en el siglo XXI y con una paz social casi desconocida, la situación en la que el Betis viaja a la República Checa poco o nada tiene que ver con la que se vivía hace diez temporadas en su última cita checa.

En agosto de 2013, disputaba la ida del play off de la Europa League ante el Jablonec. Pepe Mel alineó un 11 que pondría los pelos de punta a más de un seguidor verdiblanco actual: Sara, Steinhöffer, Paulao, Perquis, Nacho, Xavi Torres, Nosa, Verdú, Vadillo, Cedric y Molina. Estos dos últimos, los goleadores en ese 1-2 que se redondeó con el 6-0 de vuelta, hasta hoy, su mayor goleada europea.

Para recordar la otra visita a este país hay que remontarse al 2002, a la segunda ronda de UEFA. El Betis ganaba, en Praga, en la ida al Viktoria Zizkov con gol de Denilson y participación, en los minutos finales, de Fernando, miembro del actual cuerpo técnico desde la llegada de Pellegrini.

Aunque la verdadera conexión bética con Chequia nace a principios de los 90, con Jarabinsky de entrenador, Bilek de centrocampista y quizás el delantero más singular que ha tenido el Betis en su historia, Roman Kukleta. Solo jugó 28 partidos y anotó 6 goles. Compartió vestuario con Rafael Gordillo y hasta tarde goleadora con él. Fue ante el Compostela, allá por septiembre del 92. Kukleta falleció en 2011 con sólo 46 años víctima de su verdadera pasión y a la que siempre vivió pegado...y no, no era el balón, era el tabaco.

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