Un exceso de regalos puede crear frustración, ira, egoísmo y consumismo, según advierten los psicólogos.
Recomiendan dar a los menores solo aquello que necesitan y que pueda fomentar su creatividad.
Una de las cosas que definen estos días de fiesta son los excesos, no solo en las mesas, también en los regalos. Los niños piden de media entre ocho y diez juguetes a Papa Noel y a los Reyes Magos.
Muchos pequeños abren cajas y cajas de regalos, una costumbre que puede provocar el llamado síndrome del niño 'hiperregalado'. A menudo reciben más de lo que necesita y se les puede generar una ansiedad constante, que muchas veces termina en frustración.
Los psicólogos advierten de que un exceso de regalos puede crear ira y frustración, y fomentar las conductas egoístas y el consumismo.
De ahí que recomienden la “regla de los cuatro regalos” de cara a estas fechas, que implica darles a los menores aquello que necesitan y que pueda fomentar su creatividad, como explica la neuropsicóloga Desirée Infante.
Las campañas comerciales ayudan poco y calan en todos, niños y mayores. Una avalancha de regalos puede generar una baja tolerancia a la frustración, falta de gratitud, imaginación limitada y dificultades para concentrarse. No valoran lo que reciben y son incapaces de reconocer el esfuerzo que hay detrás.
La clave, repiten los expertos, está en dosificar los regalos o poner límites para que se den cuenta de que el mayor regalo es el tiempo y la dedicación.