Algunos de los científicos más destacados del CNIO revelaron los problemas de equipación del centro y responsabilizaron a Blasco de la situación deficitaria.
Ella señaló al director gerente que también ha sido cesada.
El Patronato del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha decidido en la reunión extraordinaria que ha mantenido este miércoles destituir a su directora científica, María Blasco, y a su director gerente, Juan Arroyo, para "iniciar una nueva etapa".
A través de un comunicado, el Patronato ha anunciado que ha decidido responder a la necesidad de esta nueva etapa, ya que entiende que "en estos momentos existe un clima de trabajo incompatible con el que debe darse en un centro de referencia y excelencia como es el CNIO, reconocido por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades como Centro de Excelencia Severo Ochoa".
Ocurre, después de que 23 jefes científicos culpaban este lunes en una carta a María Blasco del estado de abandono del Centro Nacional de Investigaciones oncológicas y exigían al Gobierno que la cesara. El mayor centro de investigación del cáncer de España lleva años sin los equipos necesarios para trabajar. Con un presupuesto anual de 22 millones de euros, arrastra un déficit de 4,5 millones.
La científica, que lleva 14 años en el cargo, también ha recibido una decena de denuncias por acoso laboral. Además, coincidiendo con su ceses, se ha conocido que un juez ha abierto diligencias para investigar la actividad de Blasco por, presuntamente, usar donativos de investigación médica para la compra de obras de arte. Ella asegura ser víctima de una campaña de descrédito y apunta al hasta ahora gerente del centro, Juan Arroyo.
El cese de ambos supone el fin de una era de un centro que es referencia en Europa. Con este movimiento se quiere recuperar un liderazgo científico en declive tras bajar la producción de estudios de máxima calidad en los últimos años.