Se trata de los célebres dibujos que el genio malagueño realizó en esta villa balneario, donde se refugió tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Son bodegones y estudios de figuras femeninas, pero también uno con escritos poéticos que Picasso, venía experimentando desde 1935.
El Museo Picasso muestra los ocho cuadernos de dibujos que el genio malagueño realizó en la ciudad francesa de Royan, donde se refugió tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. La nueva exposición temporal que se ha inaugurado este jueves se centra en una etapa especialmente creativa del artista.
Entre septiembre del 39 y agosto de 1940, Picasso se alejó de París a la villa balneario de Royan. Allí no había materiales, por lo que el genio compró unos cuadernos, incluso que no eran de dibujo, que llevar siempre. Era un periodo de inquietud y tensión por la Segunda Guerra Mundial y Picasso viajaba a París en muchas ocasiones para cerciorarse del estado de sus documentos y obras, 21. Son bodegones y estudios de figuras femeninas, pero también uno con escritos poéticos que Picasso, venía experimentando desde 1935. La muestra se complementa con un espacio educativo que contextualiza esta etapa vital y creativa.
Otro factor que pudo influir en esa preferencia por el dibujo es el espacio de trabajo: si bien inicialmente se instaló en una sala comedor de la Villa Gerbier de Jonc, en la que también se alojaban Marie-Thérèse Walter y Maya. A principios de 1940 alquila en el edificio Les Voiliers una tercera planta con vistas al mar. Aunque no hay certeza del número exacto de los lienzos que Picasso pintó durante su estancia en Royan, cuatro obras presentadas en esta exposición reflejan su actividad pictórica y su pulsión creativa en ese período.
Se trata de “Busto de mujer con los brazos cruzados detrás de la cabeza” (1939), perteneciente a la Colección del Museo Picasso Málaga; “Tres cabezas de cordero” (1939), prestada por el Centro Nacional de Arte Reina Sofía; “Mujer peinándose” (1940), procedente del Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York; y “Café en Royan” (agosto de 1940), cedida por el Musée Picasso de París. Para el comisario, Michael Raeburn, “si antes había recurrido a la simplificación del arte tribal para escapar de una tradición superada de imitación objetiva, ahora intentaba aprovechar la fuerza interior de esos mismos modelos para penetrar en la idoneidad subjetiva de cabezas y figuras”.
El 14 de junio de 1940 París era ocupada por las tropas alemanas y el 24 de agosto de ese mismo año Picasso regresaba definitivamente a París, recuperando el material que había dejado en Royan unos meses más tarde. En 1945, el edificio de Royan en el que instaló su segundo estudio fue destruido en un bombardeo.
Esta exposición recoge "al Picasso más íntimo y menos conocido, un Picasso que optó por refugiarse en la localidad costera de Royan durante diez meses, al conocer la noticia que conmocionó al mundo: la invasión de Polonia por las tropas de Hitler y la posterior declaración de Guerra de Francia y Reino Unido contra la Alemania nazi", ha señalado la consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, durante la inauguración de la muestra que podrá verse hasta finales de abril de 2025.
La muestra está comisariada por dos especialistas en la obra de Picasso, Marilyn McCully y Michael Raeburn. Junto a ellos, en la inauguración también han intervenido Bernard Ruiz-Picasso, presidente del Consejo Ejecutivo del Museo Picasso de Málaga y copresidente de la Fundación Almine y Bernard Ruiz- Picasso y Miguel López Remiro, director artístico del MPM.
En Royan Picasso realizó ocho cuadernos de dibujos a lápiz y tinta mientras residía en la localidad francesa de Royan, donde se trasladó con Dora Maar y acompañado por Jaime Sabartés, tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Marie-Thérèse Walter y Maya, la hija que había tenido con Picasso, ya estaban instaladas en la localidad desde hacía un par de meses. Lejos de la capital francesa, esta villa-balneario parecía ser un lugar seguro.
Durante estos meses, inquieto por la guerra, el artista realizó en varias ocasiones el trayecto de los 500 kilómetros que distan entre Royan y París para comprobar, como extranjero que era, que sus documentos estaban en regla, así como para controlar la seguridad y el almacenamiento de sus obras, e incluso para asistir a los preparativos de una exposición de sus dibujos.
Posiblemente debido a esa dificultad de encontrar materiales artísticos en Royan, Picasso compró en la librería local Hachette varios cuadernos de dibujo y cuadernos de notas de papel normal, ya fuese rayado o cuadriculado. Estos pequeños cuadernos le permitían llevarlos consigo a su habitación de hotel, a la villa o incluso a la mesa de un café al aire libre.
Otro factor que pudo influir en la preferencia por el dibujo que muestra en esta época, según señala la comisaria de esta muestra Marilyn McCully, es el espacio en el que Picasso tuvo que desarrollar su trabajo. Así, si bien inicialmente se instaló en una sala comedor de la Villa Gerbier de Jonc, en la que también se alojaban Marie-Thérèse Walter y Maya, a principios de 1940 alquiló en el edificio Les Voiliers una tercera planta con vistas al mar.
Los temas de los cuadernos de Royan van desde el bodegón, género que abordó en tiempos de guerra con especial dramatismo, hasta estudios formales de figuras femeninas que recuerdan a su compañera de entonces, Dora Maar, fuente de inspiración artística durante su estancia en esa localidad. Destaca la casi ausencia de retratos de Marie-Thérèse Walter y de su hija Maya, a las que veía a diario.
Uno de los cuadernos expuestos en el Museo Picasso de Málaga recoge también escritos poéticos del malagueño, forma de expresión con la que había experimentado por vez primera en 1935. Aunque no hay certeza del número exacto de los lienzos que Picasso pintó durante su estancia en Royan, cuatro obras presentadas en esta exposición reflejan su actividad pictórica de este periodo: "Busto de mujer con los brazos cruzados detrás de la cabeza", perteneciente a la Colección del Museo Picasso Málaga; "Tres cabezas de cordero" (1939), prestada por el Centro Nacional de Arte Reina Sofía; y las ya citadas "Mujer peinándose" y "Café en Royan", ambas de 1940.
El 14 de junio de 1940 París fue ocupada por las tropas alemanas y el 24 de agosto de ese mismo año Picasso regresó definitivamente a la capital gala, recuperando el material que había dejado en Royan unos meses más tarde. En 1945, el edificio de Royan en el que instaló su segundo estudio fue destruido en un bombardeo. Para la exposición 'Picasso: los cuadernos de Royan' se han programado varias actividades didácticas y se creado un espacio educativo específico. Asimismo, se ha editado un catálogo con textos de ambos comisarios, documentos, postales y fotografías de la época.