A punto de cumplirse diez años de su fallecimiento, en "Los Reporteros" hablamos con familiares, amigos y con quienes compartieron escenario con el artista que revolucionó la forma de tocar la guitarra en el flamenco.
La semana que viene se cumplen diez años del fallecimiento de Paco de Lucía. El hombre que revolucionó la forma de tocar la guitarra flamenca dejó una profunda huella en quienes le conocieron y en los artistas con quienes compartió escenario.
Algunos de ellos le recordarán, desde el próximo martes, en un festival en Nueva York. Será el inicio de un año de homenajes al genio de Algeciras, Francisco Sánchez Gómez, más conocido como Paco de Lucía, fallecido en México de un infarto a los 66 años.
En "Los Reporteros" hablamos con familiares y amigos, y con quienes compartieron con él escenario. Visitamos algunos de los lugares ligados a su vida y a su obra y descubrimos la huella que deja en quienes empiezan ahora en el mundo del flamenco, como los alumnos de guitarra del aula Paco de Lucía de la Fundación Alalá en Jerez de la Frontera (Cádiz).
El centro cuenta con 163 alumnos y tiene lista de espera. La Fundación Paco de Lucía, impulsada por su familia, ha contribuido a este proyecto con la donación de siete guitarras que pertenecieron al músico.
También en su Algeciras natal está viva la figura del artista, un niño prodigio que salió de la ciudad para llevar el flamenco al mundo. El Ayuntamiento ha organizado una ruta turística que recorre los lugares donde creció.
Con trece años graba su primer trabajo discográfico, con su hermano Pepe al cante. Son “Los chiquitos de Algeciras”. Llaman la atención del bailaor José Greco, que se los lleva a una gira por Estados Unidos.
Es el inicio de una carrera imparable en la que Paco rompió moldes para abrir nuevas puertas a la guitarra. Tocó con grandes artistas internacionales, como John MacLaughlin, Carlos Santana o Chick Corea. Fue el primer flamenco en actuar en el Teatro Real de Madrid. El primero en recibir el Premio Príncipe de Asturias y el doctorado honoris causa por el Centro Berklee de Boston, la escuela de música más prestigiosa del mundo, como nos cuenta su biógrafo, Juan José Téllez.
Un genio que, además, coincidió en el tiempo con otro, Camarón de la Isla. Juntos grabaron nueve discos renovadores del flamenco. Crearon incluso un nuevo palo, la canastera.