LA VOZ DE VIGORRA
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El linchamiento a Amancio Ortega

JESUS VIGORRA 4 noviembre 2019

En la melancólica tarde del domingo arden las redes porque saltó la noticia de que Amancio Ortega aumenta este lunes su fortuna personal en 812 millones de euros con el cobro del segundo pago del dividendo aprobado por la compañía en el ejercicio de 2018. Lo que quiere decir que, añadiendo lo ya recibido en mayo, se embolsará un total de 1.626 millones de euros por los beneficios del año pasado.

A partir de este anuncio comenzó el linchamiento contra el empresario gallego que tanto trabajo y riqueza ha creado en este país, y el cuestionamiento de las donaciones que ha hecho en material sanitario, becas y otras inversiones a fondo perdido. Este ataque al hombre más rico de España viene alentado por una entrevista mantenida en un programa de chistes y juegos entre el presentador mejor pagado de la televisión española y el adquiriente de una mansión de rico con sueldo de profesor, quien debería explicarnos cuándo una donación, sea de un pobre o de un rico o de un autónomo, deja de ser limosna para ser solidaridad, por usar su lenguaje, y no decir caridad, virtud cristiana que, casualmente, es opuesta a la envidia.

Que una persona se haga rica por su trabajo y su talento, supongo que lejos de ser condenable debería ser respetable, pero que ese dinero ganado honradamente lo vuelva a invertir para crear más riqueza en su país debería ser admirable. Porque hay muchos cicateros que no dan ni los buenos días y en cambio no se les cae la palabra solidaridad de la boca. Si me viera en la calle desvalido, con hambre y frío, pidiendo para comer, preferiría mil veces encontrarme con Amancio Ortega que con quien le critica por donar recursos a los hospitales.