El abogado especializado en Derecho Tecnológico Samuel Parra ha explicado el conflicto abierto por la transferencia de datos de usuarios europeos a Estados Unidos.
Meta, la corporación renombrada por el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, estaría sopesando la retirada de Europa de dos de sus redes sociales más famosas; Instagram y la propia Facebook. La razón sería la sentencia judicial emitida por el Tribunal de Justicia de la UE en 2020 que impide transferir datos de los usuarios europeos a su sede en el país norteamericano.
Sobre ello ha hablado en El Mirador de Andalucía Samuel Parra, abogado experto en Derecho Tecnológico quien ha explicado que "las transferencia de datos desde Europa a Estados Unidos está sin regulación específica y ahora mismo no están permitidas en la mayoría de los casos. Estados Unidos no se ha considerado tradicionalmente un país seguro al que enviar datos". Pero un cierre de estos dos servicios de Meta no habría que circunscribirlo solo al entretenimiento, para Parra "perderían Facebook e Instagram, pero también perdería mucho Europa porque puede llevar al cierre de muchas empresas"
Y es que los datos y la información que entregamos en Internet es el fondo del debate actual sobre la tecnología y en este sentido, este abogado apunta a que "cada vez tenemos más cacharros conectados y eso nos lleva a la dependencia. Llegaremos a un momento en el que la gente no va a ser consciente de la información que se transmite, de quién la tiene, cómo la maneja, cómo la utiliza y cómo llega a manipularla. Esa batalla la estamos perdiendo y la están ganando las grandes corporaciones".
Abandonar las tecnologías no es viable para Samuel Parra y aboga por la consciencia del usuario y la legislación como herramientas para defendernos. "Lamentablemente a día de hoy no hay una forma valiente de protegernos que no sea prescindir de la tecnología y eso no lo veo viable, lo viable es que esté regulado", ha puntualizado
Por último, mucho se ha hablado de los problemas que se le plantean a los mayores en el acceso a la tecnología y la barrera que supone en su vida diaria, como su relación con los bancos. Para Samuel Parra, el mundo tecnológico entiende que los mayores no le son útiles: "Es muy duro lo que digo, pero el sistema digital desecha lo que no puede utilizar".