Manuel Vicent: "La política debe relajarse, con educación la mitad de las cosas estarían ya resueltas"
El escritor y periodista nos habla en La Mañana de Andalucía de su último libro, "Una historia particular", un relato autobiográfico en el que también repasa la historia reciente de nuestro país.
En La Mañana de Andalucía de Canal Sur Radio, Jesús Vigorra ha entrevistado a Manuel Vicent, escritor y periodista, que nos trae su último libro, “Una historia particular”, un relato autobiográfico en el que repasa la historia reciente de España.
“Son unas memorias compartidas, los caminos que hemos recorrido juntos los lectores y yo”, dice el autor.
Vicent arranca su libro asegurando que sólo le gusta contar “lo que he visto, lo que me ha pasado, la gente que he conocido” y en ese recorrido por su vida y por la historia de nuestro país, el que fuera cronista parlamentario de los inicios de la democracia también se detiene a analizar la política de hoy. Justo después de estas ý últimas elecciones europeas y sin otras a la vista Vicent espera que “los políticos dejen a un lado la berrea”.
“La política española debería relajarse, en vista de que los insultos no llegan a ninguna parte, con educación la mitad de las cosas estarían ya resueltas”. Con este análisis tan sencillo como contundente, Vicent recuerda también lo diferente que era el debate político en los inicios de la democracia. “Fue un momento glorioso en el que cada político, cada partido, viniera de donde viniese -unos que venían de la clandestinidad, incluso de la cárcel y del exilio, y otros de las instituciones franquistas- todos se concitaron para empujar en la misma dirección”, recuerda. “Bien es verdad que en el horizonte había una cosa maravillosa y muy deseada que era la libertad y la democracia, como un horizonte azul muy puro y deseable”.
En “Una historia particular” Manuel Vicent compara la vida y sus etapas con las cuatro cuerdas de un violín. Y en esta biografía compartida con los españoles el escritor también acude constantemente a los recuerdos musicales de su vida. “Es el paisaje sonoro de nuestra memoria”.
A los 88 años, Vicent dice que “he sobrevivido a todas las desgracias que me han sucedido, tengo buenos amigos y es un placer enorme aprovechar el tiempo ahora que se acaba, el postre es lo más dulce, cada edad tiene sus placeres”. Por eso, añade, “llegar a una edad y no despreciarse, el no cabrearse por haber envejecido, sino aceptar las cosas como son, con cierto hedonismo sabio, es lo que me ha hecho llegar a esta altura de la vida con cierta serenidad”.
