Nueve hermandades bautizan este martes a sus nuevos romeros en el Vado de Quema

Las lluvias de esta primavera han permitido dejar atrás la imagen que presentaba el año pasado el Vado de Quema, el paso natural del río Guadiamar por donde cada año pasan muchas hermandades filiales durante la romería del Rocío.

Este martes las nueve hermandades que discurren por este enclave, situado en el término municipal de Aznalcázar (Sevilla), se lo han encontrado con un caudal tan abundante que los bueyes que tiran de las carretas lo han tenido bastante difícil.

Por la rodilla le llegaba el agua a los cientos de romeros que se acercan ya a la aldea del Rocío. Eso ha permitido el tradicional bautizo de los peregrinos que hacen el camino por primera vez. 

El año pasado algunas hermandades tuvieron que recurrir al agua embotellada para bautizar a los nuevos romeros, ya que la sequía había secado el cauce.

El paso del río Guadiamar es uno de los puntos emblemáticos del camino hacia la aldea de Almonte. Todas las hermandades filiales acercan su simpecado hasta el monumento de la Virgen del Rocío para realizar una ofrenda floral; seguidamente, bajan para rezarle a la Virgen y bautizan a los nuevos romeros.