Los dos aparatos han caído a las aguas gélidas del río Potomac. Los equipos de rescate trabajan en el río Potomac descartan que haya habido supervivientes en el accidente aéreo de esta madrugada. Ya se han recuperado 30 cuerpos del río. No se conocen aún las causas.
¿Qué ha ocurrido? Donald Trump responsabiliza con una pregunta: “¿Por qué la torre de control no le dijo al helicóptero qué hacer, en lugar de preguntarle si veía el avión? Parece que debería haberse prevenido. No es bueno”.
Un avión de pasajeros de American Airlines, con 64 personas a bordo, y un helicóptero militar, con tres tripulantes, han chocado en Washington, en las proximidades del aeropuerto Ronald Reagan. Según la agencia Reuters, por el momento hay 18 cuerpos recuperados. Los dos aparatos han caído a las aguas gélidas del río Potomac. Los equipos de rescate trabajan en el río Potomac de Washington, la capital de Estados Unidos, descartan que haya habido supervivientes en el accidente aéreo de esta madrugada. No se conocen aún las causas.
Ya se han recuperado 30 cuerpos del río en una operación de rescate muy complicada por las bajas temperaturas del agua, en torno a cero grados, que complica el trabajo de los buzos. La alcaldesa de Washington reconoce que los trabajos están siendo muy difíciles. Los restos de la aeronave han caído a las frías aguas del río Potomak, entre bloques de hielo. 300 unidades de emergencias intentan localizar a las víctimas. Entre los pasajeros viajaban varios patinadores de élite como Evguenia Shishkova y Vadím Naumov, la pareja rusa que ganó el mundial del 94.
¿Qué ha ocurrido? Donald Trump responsabiliza con una pregunta: “¿Por qué la torre de control no le dijo al helicóptero qué hacer, en lugar de preguntarle si veía el avión? Parece que debería haberse prevenido. No es bueno”. Las grabaciones de los controladores aéreos previas a la colisión muestran que la torre de control avisó a los militares de la cercanía del aparato procedente de Wichita, Kansas. Habrá que esperar a la información de la caja negra localizada. Se sabe que el helicóptero está bocabajo y que el avión se partió en dos mitades. Rotas de dolor permanecen las familias a la espera de respuestas.
El cielo en la noche de ayer en Washington estaba totalmente despejado y sin fuertes vientos y la mayor parte del dispositivo de rescate operaba desde la base militar de Anacostia-Bolling. El secretario de Transporte, Sean Duffy, que lleva solo un día en el cargo, dijo que ha estado en contacto con el presidente Donald Trump desde el accidente y ofreció "todo el apoyo" y anuncio que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) está ya realizando una investigación de los sucedido. El accidente del helicóptero Black Hawk y el Bombardier CRJ7, el primero de un avión comercial en más de una década en Estados Unidos, mantendrá cerrado el aeropuerto Reagan en Washington hasta este mediodía.