Cambiar un hábito es posible pero nada fácil
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Nuestros hábitos, sean buenos o malos, se pueden moldear y modificar. Eso sí, nadie dijo que cambiar nuestra rutina sea algo rápido y fácil. Las conductas que hemos creado, muchas de ellas de manera inconsciente, guardan una estrecha relación con cómo somos, por lo que abandonarlas o modificarlas, nos va a costar un considerable esfuerzo.
A nuestro cerebro le gusta economizar: quiere hacer muchas cosas gastando la menor energía y tiempo posibles. No pondera si es bueno o malo para nuestra salud. Por otro lado los hábitos son una ayuda inestimable en relación a que nos permiten
hacer de manera automática, sin pensar, la mayoría de nuestras rutinas.
Pero si quieres liberarte de esos hábitos que para ti no son buenos, lo primero que has de hacer es identificar qué hábito que quieres cambiar, no quieras hacerlo todo de una vez, se trata de ir poco a poco; empieza por escoger un solo hábito.
La clave está en que si eliminamos un hábito de nuestra dinámica, hay que sustituirlo por otro. ¿Cómo se traduce en un caso práctico? Imaginemos que todos los días tomamos bollería industrial a media mañana con un café. Si queremos eliminar este hábito, debemos cambiar ese alimento por otro saludable: fruta, frutos secos, aguacate, huevo cocido...
Hay estudios que estiman que son necesarios 66 días, la clave para conseguirlo está en que tenemos esos dos meses largos para automatizar el nuevo hábito. Los expertos hablan aquí de amabilidad con uno mismo en el proceso. Lograr el objetivo en sí mismo ya es una gran recompensa.
Pero hasta que lo consigamos, podemos darnos recompensas que validen lo que estamos haciendo. Estas recompensas deben plantearse a corto, medio y largo plazo. Funcionan como pequeños descansos que nos permiten recomponernos y seguir en el camino que nos hemos trazado.
La teoría de William James dice que 'cada cambio que aplicamos en nuestra vida produce cambios en el sistema nervioso, los cuales afectan al cerebro creando nuevos circuitos neuronales'. Estos circuitos modifican y determinan la forma en la que funciona nuestro cerebro, es decir, nuestros hábitos.
Para crear un nuevo circuito para un nuevo hábito, debemos trabajar la parte subconsciente de nuestro cerebro, la cual es la encargada de almacenar nuestros recuerdos y que es donde se crean los hábitos. Para james ,este proceso dura 21 días, ya que nuestro cerebro asimila cambios de forma gradual, por lo quedeberemos repetir el mismo gesto o rutina durante 21 días para que nuestro cerebro la almacene como hábito.
