Este experto considera que el relevo en las filas demócratas era inevitable y esperado. Da por hecho que Kamala Harris será la sustituta y que el candidato a vicepresidente será "un hombre blanco" que reste a Trump voto de las clases trabajadoras.
El catedrático de Estudios Norteamericanos de la Universidad de Alcalá José Antonio Gurpegui ha analizado en La Mañana de Andalucía la renuncia de Joe Biden a repetir como candidato a la presidencia de los Estados Unidos y la más que probable designación de la vicepresidenta Kamala Harris como sustituta en la carrera electoral.
En cuanto a los plazos para este relevo, teniendo en cuenta que las elecciones presidenciales se celebran en noviembre, Gurpegui considera que los demócratas están todavía a tiempo de remontar en las encuestas. De hecho, explica, “Joe Biden era candidato in pectore pero no el candidato oficial”, que saldrá de la Convención Nacional del Partido Demócrata que se celebra en agosto. “Máxime cuando la candidatura de Biden ha estado en entredicho desde noviembre”, añade.
“La convulsión (por su renuncia) ha sido menor que si hubiera sido una retirada inesperada”. Como experto en política estadounidense, Gurpegui asegura que “desde el debate con Trump tenía claro que Biden no iba a ser candidato”. En cuanto a la petición de Trump a Biden de que renuncie también a seguir al frente de la presidencia de los Estados Unidos, Gurpegui considera que “va muy en su línea pero no tiene la menor lógica”.
Mientras se da casi por seguro que será Kamala Harris quien se enfrente a Donald Trump en la disputa electoral por la presidencia, hay más dudas sobre quién será el candidato demócrata a la vicepresidencia. Gurpegui no da por sentado que vaya a ser el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, cuyo nombre destaca en las quinielas. Pero sí vislumbra cuál será el perfil del elegido. “Un hombre blanco hecho a sí mismo que pueda atraer el voto de los hombres blancos de clases trabajadoras, lo que en Estados Unidos se llama ‘blue collar’ para atraer a votantes de Donald Trump”.
Otra de las claves de esta situación política, asegura, es que los demócratas “tienen que ir unidos a la convención de agosto y tienen que salir unidos de esa convención o de lo contrario será un suicidio político”.
En cuanto a las variaciones de la política internacional si gana Trump o si haga Harris -en caso de que finalmente sea ella la candidata demócrata- el catedrático de la Universidad de Alcalá recuerda que “Estados Unidos nunca ha dado muchos bandazos en lo que a política exterior se refiere. Pero sí hay diferencia sustancial en tres puntos: relación con la Otan, cambio climático y aranceles económicos. Probablemente sí habría diferencias en esos puntos pero no cambios radicales”.
Sobre la situación personal de Biden, este experto considera que su problema no ha sido la edad, sino el estado físico y mental. Resultaba obvio que no era el adecuado para ser el presidente de la nación más poderosa del mundo y comandante en jefe del ejército más poderoso del mundo y todos lo veíamos”.
Su renuncia no beneficia a Trump, apunta Gurpegui, quien también da por hecho que el candidato republicano tendrá que reorganizar su estrategia de campaña ante el cambio de rival en el frente demócrata.