Un hombre y una mujer con la médula espinal dañada parcialmente han conseguido volver a caminar y subir escaleras gracias al uso de un implante que actuaba de estimulador de unas neuronas claves, hasta ahora no relacionadas con esta capacidad. Ambos dependían de dispositivos de ayuda para moverse y obtuvieron mejoras en el rendimiento de la marcha durante las pruebas de 10 metros y seis minutos, así como en el movimiento de la parte inferior del cuerpo. Cuando se utilizó junto con la rehabilitación, los pacientes experimentaron una recuperación que persistió incluso cuando se desconectó la estimulación cerebral profunda. Wolfgang Jäger, de 54 años, confiesa que al principio había una gran diferencia entre la rehabilitación con la estimulación que sin ella: "El sistema te facilita la movilidad. Si vas con el andador es mejor sin esa ayuda extra". Pero la ganancia de masa muscular que le permitió fue determinante para sentirse más fuerte