Hacemos balance de la producción de pistacho en Andalucía, un cultivo que ha crecido de forma exponencial en las provincias de Málaga, Granada y Jaén.
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Andalucía ha experimentado un crecimiento exponencial en el cultivo del pistacho en los últimos decenios y se ha convertido en una de las principales regiones productoras de este fruto seco en España. Su auge se debe a una combinación de factores que han situado al pistacho como una alternativa rentable y sostenible para muchos agricultores andaluces a otros productos leñosos y de secano.
La producción de pistachos en nuestro país está encabezada por Castilla-La Mancha, con más del 75% del total de hectáreas, le siguen Andalucía, Extremadura y Castilla y León. Este sector genera en España un volumen de negocio que supera los 800 millones de euros y emplea a más de 200.000 personas.
Las variedades más cultivadas en nuestra comunidad son la kerman, sirora y larnaka. Andalucía se ha convertido en una región clave para el cultivo del pistacho, gracias a sus condiciones climáticas y la creciente demanda en España.
En Andalucía, la reintroducción del pistacho comenzó en fincas de Peal de Becerro, Antequera y Benalúa de Guadix. El tesón y la paciencia han dado su fruto, después de siete quinquenios de cultivo. Las provincias de Granada, Jaén y Málaga encabezan la producción andaluza, a las que se están sumando, Sevilla, Huelva, Córdoba, Almería y Cádiz. El pistacho se ha situado como el cultivo leñoso que más ha incrementado su superficie en los últimos años.
Lo analizamos en el programa Tierra y mar.