Esmeralda Quintín, con la ayuda de su madre, intenta continuar el sueño de su padre como ganadero
El caballo es su estilo de vida y su pasión, trasmitida por sus padres. La joven explica qué ha significado la muerte de su padre y el sueño, que junto a su madre, quiere hacer realidad. Repasamos su faceta como rejoneadora y ahora su ilusión es ser ganadera.
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TodoCaballo se acerca a la localidad sevillana de Los Palacios y Villafranca para conocer a Esmeralda Quintín, una joven de origen francés, amante de los caballos, que descubrió su afición de la mano de su padre. Él le inculcó su pasión por el caballo, pero sobre todo, por el rejoneo, y con tan solo siete años Esmeralda daba sus primeros pasos en este mundo.
Repasamos con ella, su debut como rejoneadora, pero cuando falleció su padre lo dejó. "Difícil de seguir toreando y no estar con él", confiesa. Pero deja la puerta entreabierta y dice que "quién sabe en un futuro".
La afición inicial al toro le ha llevado a dedicar su vida al caballo, y tras dejar el rejoneo por la muerte de su padre, Esmeralda persigue un nuevo sueño ayudada por su madre Nathalie, criar su propia ganadería. En el reportaje cuenta sus ilusiones, retos y nos presenta a sus caballos más importantes. En la cuadra hay 14 caballos, entre lusitanos y españoles. Actualmente se dedica a la compra y venta, mientras la ganadería empieza a dar frutos.
