Andalucía Directo ha estado en Lebrija, donde los agricultores han guardado lo recogido en cámaras frigoríficas, pero ya están llenas y no les cabe más, por lo que el resto se puede pudrir en el campo.
El campo vuelve a sufrir un duro revés. Por fin ha llovido, pero la lluvia ha llegado acompañada de una circunstancia muy negativa para los agricultores, la huelga de transportistas.
El hecho inevitable de que los frutos no pueden ser trasladados a los mercados centrales les impide seguir recogiendo la cosecha de sus terrenos.
La que han recogido se ha guardado en cámaras frigoríficas, pero estos improvisados almacenes de productos frescos tiene un tamaño limitado en comparación con las extensiones de cultivo y ya no les cabe más.
Ello conlleva además la pérdida de los salarios de muchos jornaleros que realizan este trabajo, al suspenderse la recolección de los frutos.
Si en un plazo de un par de días no pueden recoger, todo lo que ahora está maduro terminará por pudrirse en el campo. Andalucía Directo ha estado en producciones agrícolas de la localidad sevillana de la Lebrija.