Chirigota La misión (El evangelio según Santander)

Esperado regreso al Falla de la que fuera la chirigota de Manolo Santander. Tras su fallecimiento en 2019 y tras despedirse de las tablas con el primer premio con 'La maldición de la lapa negra', Manolín Santander, el hijo del gran chirigotero gaditano, toma el testigo con el objetivo de seguir la senda marcada por su padre.

Vestidos de misioneros y junto a José Manuel Sánchez Reyes y Carlos Pérez Pérez, Manolín Santander nos presenta una chirigota muy viñera, muy de Cádiz, como las de su padre.

FINAL

La rareza de este carnaval veraniego está provocando muchas letras y estos misioneros se acuerdan, en el primer pasodoble, de todos los parientes de los que han decidido no salir este año al concurso con sus agrupaciones. Los disgustos del covid, compensados con las nuevas incorporaciones a la gran familia de la chirigota, marcan el segundo pasodoble.

Los cuplés tienen poca complicación. Se ríen de los tanatorios de Cádiz en el primero y de las apariencias que engañan a la hora de ligar, en el segundo.

SEMIFINALES

Ya está aquí la misión y sus acertados mandamientos de la Presentación. Primer pasodoble de lo más crítico a la única salida laboral que le deja el Gobierno a Cádiz, el turismo. El segundo al miedo con el que todos salimos tras el confinamiento del covid y con las ganas que ha ido recobrando el barrio de la Viña su vida.

Cuplés que repasan alguna de las comparsas que este año han acudido al Falla y el segundo a la nueva moda del broceado anal. El estribillo termina con ‘cada rincón, cada escalón, ¿de mi Carranza?, pues no, del Nuevo Mirandillo’. Destacar las divertidas introducciones de Carlos Pérez.

PRELIMINARES

Pasodobles de Preliminares para recordar a la chirigota y a su padre, el segundo homenajea a Juan Manzorro, periodista de esta casa, Canal Sur, y al autor carnavalero Paco Rosado, también fallecidos. Los cuplés son para los tatuajes y para todo lo que su abuela lleva en el andador.