Será por lo mucho que ha trabajado, por la intensa vida de campo o por los genes, que nuestra centenaria mantiene una cabeza y un espíritu muy activos. Para ver otras vidas destacadas, visita la web de "Centenarios". Puedes ver también el programa completo en Canal Sur Más.
Ana Marín nació en una familia humilde de campo, que tuvo que emigrar desde Arriate, en Málaga, hasta Dos Hermanas, en Sevilla, para ganarse la vida con la aceituna. A los 12 años perdió a su padre y dos años después se quedó sin madre durante casi un año, porque estalló la Guerra Civil cuando la cabeza de familia se había ido de viaje y ya no pudo volver. El día que la madre regresa a casa, es el recuerdo mas feliz que tiene Ana de sus 101 años.
Hay algo que nuestra centenaria siempre tuvo claro: quería casarse con Antonio, el amor de su vida. A pesar de la oposición de su familia, Ana siguió adelante con su amor y formó una familia junto a su marido. Desafortunadamente, la vida no siempre es justa y Ana tuvo que enfrentar el peor dolor que una madre puede experimentar: la pérdida de un hijo. La muerte de Salvador en 1993 le quitó las ganas de vivir y perdió la fe. Pero su espíritu fuerte la llevó a seguir adelante. A pesar de que su marido falleció hace 30 años, Ana nunca ha querido volver a enamorarse.
Para Ana, la muerte no le da miedo, pero sí la enfermedad. Después de una vida dedicada al trabajo y a la familia, sueña con sobrevolar Sevilla en avioneta para verla desde el cielo y sentirse libre. Cumpliremos su sueño.