Varias asociaciones y 17 municipios reclaman desde hace años la creación de la Vía verde de Cala, que pondría en valor el recorrido del antiguo ferrocarril minero de principios de siglo entre Huelva y Sevilla.
La vía tendría una longitud de 175 kilómetros y recuperaría un patrimonio industrial, como estaciones, túneles o puentes, que se están deteriorando.
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La placa giratoria era un trozo de vía que pivotaba sobre un pivote y servía para dos cosas. Una era darle la vuelta a las máquinas de vapor. También servía para llevar las locomotoras al taller. Son algunos de los restos de la antigua vía férrea que a principios de siglo transportaba el mineral entre las provincias de Huelva y Sevilla. Esta era la cochera donde se limpiaban y reparaban las máquinas.
El antiguo taller está en el término municipal de El Castillo de las Guardas, en Sevilla, aunque la vía férrea conectaba un territorio mucho más amplio. Varias asociaciones reivindican que todo el entramado de vías ferroviarias mineras de la zona se recupere como vía verde. El trazado principal principal iría desde Cala, en Huelva, hasta San Juan de Aznalfarache, en Sevilla. Con un ramal desde Zufre a la mina de Teuler, otro desde el Ronquillo empalme hasta cerca de Nerva, pasando por el Castillo de las Guardas, y un tercero desde San Juan a Aznalcóllar. La vía estuvo en uso desde 1900 hasta los años sesenta.
La senda se extendería a lo largo de 175 kilómetros y conectaría 17 municipios. Sus alcaldes están totalmente implicados en la reivindicación. En el Castillo de las Guardas es donde se conservan más infraestructuras, como esta antigua estación.
Y el camino sería ideal para bicicletas. De momento, el único tramo de la vía que está recuperado como vía verde es el de El Ronquillo, nueve kilómetros a lo largo del embalse de La Minilla.
Cerca de el Castillo de las Guardas también podemos visitar un túnel por donde pasaba al ferrocarril, uno de los mejor conservados de la decena que queda.En el trazado de la vía hay tramos que están en mejores condiciones y otros muy deteriorados.
De hecho, hace un año y medio fue demolida la estación de la Rigüela, en el tramo de Guillena, Sevilla, por los propietarios de la finca donde estaba situada. Y es que el principal problema para la recuperación de la vía es la titularidad de los terrenos. Sobre el rio Jarrama, justo en el límite provincial entre Sevilla y Huelva, está este impresionante puente construido a principios de siglo para conectar las minas de Nerva con la antigua vía del Castillo de las Guardas.
Por aquí podría pasar la vía verde, que permitiría a los ciudadanos conocer el pasado minero de esta zona. Las asociaciones y los ayuntamientos implicados han solicitado a la Junta de Andalucía la declaración de Bien de Interés Cultural para todos los restos que quedan del antiguo trazado ferroviario. Así podría frenarse el deterioro del patrimonio. Sería el primer paso para recuperar una salida a la naturaleza para más de un millón de personas. Un camino accesible para hacer un viaje través de la naturaleza, del patrimonio y de la historia.