Les desvelamos ésta y otras muchas curiosidades sobre este alimento, tan fundamental en nuestra dieta.
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De todo ello nos hablan el avicultor Rafael Camacho, y el responsable de Mundopark, Juan Luis Malpartida.
A través de Juan Luis conocemos diferentes tipos de huevos, desde el de avestruz hasta el de lagartija.
Y ya centrándonos en los huevos de gallina, Rafael nos cuenta multitud de curiosidades:
Sobre el color del huevo nos comenta que viene determinado por la raza de la gallina. Si la gallina es blanca, los huevos serán blancos, mientras si son rubias, los huevos serán marrones. Pero al margen del color, los huevos son completamente iguales, no hay nada que los diferencie.
También el color de la yema es una cosa que nos suele llamar mucho la atención. Rafael nos cuenta que depende mucho de la alimentación que haya llevado el ave. Si ha sido alimentada con maíz, el color será más rojizo, mientras que si ha sido alimentada con trigo, el color será más amarillento.
Y a la pregunta de si los huevos se conservan igual a temperatura ambiente que en el frigorífico, la respuesta es que en este último no hay cambios de temperatura, sin embargo a temperatura ambiente sí, y eso no es bueno para la conservación del huevo, así que mejor conservarlos en la nevera.
Y lo que más nos interesa a todos. La pregunta que siempre nos hacemos: ¿cómo saber si el huevo es fresco o no?
Nos explica Rafael que lo primero de todo es fijarse en la clara, si es demasiado acuosa, es señal de que el huevo no es fresco.
También se puede comprobar el estado de conservación por el tamaño de la membrana que esta adherida a su extremo. Si es pequeña, del tamaño de un botón, es buena señal. Si por el contrario se encuentra agrandada, es señal de que el huevo tiene mucho tiempo porque ha ido acumulando aire.
Y esto es lo que nos lleva a la prueba definitiva: si el huevo no es fresco tendrá mucho aire y por tanto flotará en el agua, mientas que si lo es, caerá hasta el fondo.
Además es importante saber que los huevos son muy porosos, así que pueden absorber el olor de otros alimentos que se encuentren en la nevera.
Y a la pregunta de si se deben lavar, la repuesta es no. Esto es debido a que la cáscara del huevo es porosa, así que a través del agua podrían entrar gérmenes dentro, como podría ser la salmonella. Así que sí se van a lavar, debe ser justo en el momento en el que se van a utilizar.
Estos, y muchos más secretos sobre este alimento se los desvelamos en el vídeo que les mostramos más arriba.