Es farmacéutica y ganadera en Torrecampo y ha creado una ganadería bovina de raza Limusina

Encarna (53 años) dejó su pueblo natal, Torrecampo (Córdoba), con apenas 13 años. Pasó los siguientes 15 años de su vida viviendo entre Jaén y Granada, ciudades donde estudió el bachillerato y la carrera de Farmacia.

Tras licenciarse como farmacéutica, siguiendo los pasos de su padre, regresó a su pueblo para tomar el relevo generacional de la farmacia de su padre, que falleció años antes. El vínculo con esa farmacia era tan fuerte que eclipsó otras posibles opciones de desarrollar su carrera en una ciudad.

Para ella, ser farmacéutica en un pueblo de 1.000 habitantes "significa llamar a los clientes por su nombre, saber de quién son hijos, interesarse no solo por los temas estrictamente relacionados con su salud, sino por su trabajo, su familia, etc". Tras casarse con su novio, a quien conocía desde niña, Encarna formó su propia familia en Torrecampo.

Hace 10 años, heredó de su madre una finca, donde ha creado una ganadería bovina de raza Limusina para selección genética para la cría. Ahora, a su trabajo de farmacéutica Encarna ha añadido el de ganadera, oficio que se está convirtiendo en su segunda pasión tras la farmacia y que se ha convertido en un auténtico reto sacar adelante.