Las complicadas maniobras de los costaleros de la Virgen de los Dolores en Setenil de las Bodegas
El paso de la virgen sufre variaciones en su estructura durante el recorrido para poder girar hasta 180 grados en las calles más estrechas y los costaleros tienen que quitar parte de los varales para poder pasar.
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En Setenil de las Bodegas, Cádiz, se vive una de las Semanas Santas más peculiares no sólo de la provincia de Cádiz sino de toda Andalucía por lo pintoresco de su entorno urbano que se caracteriza por la estrechez de sus calles, algunas de ellas cubiertas casi por completo por la montaña donde se asientan.
Este Viernes Santo ha realizado su estación de penitencia la Virgen de los Dolores junto al Cristo de la VeraCruz. El paso de la virgen, ante la estrechez de las calles, tiene que sufrir cambios en su estructura para poder pasar y los costales tienen que quitar varios varales para poder girar hasta 180 grados y continuar con su recorrido.
De hecho las calles son tan estrechas que al quitar los varales los costaleros quedan pegados completamente a la pared para continuar con el giro.
Además, los costaleros del Cristo de la VeraCruz también lleva a cabo una compleja maniobra cuando tienen que subir una cuesta llevando por encima de sus cabezas el paso.
