Muchas cooperativas olivareras andaluzas utilizan los huesos de las aceitunas para hacer biocombustible. Una de ellas, la del Valle de Los Pedroches, ha dado un paso mas y está realizando un proyecto para convertir los huesos en plásticos biodegradables.
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La campaña del olivar deja cada año en Andalucía 360.000 toneladas de hueso de aceituna. Un residuo que puede tener una nueva utilidad. La cooperativa ecológica del Valle de los Pedroches, en Córdoba, ha impulsado el proyecto Go-Oliva para transformar en plástico los huesos de las aceitunas. De esta manera se aprovecha todo el ciclo de vida útil del producto y se le da más valor.
Primero hay que moler los huesos para obtener un tamaño de partícula micrométrico luego se mezcla con materiales polímeros para crear el compuesto.
En esta olivarera, y desde hace años, ya utilizan el hueso de aceituna para hacer biomasa. El de los plásticos es un proyecto financiado en un 80 por ciento por fondos europeos y tiene un presupuesto de 340.000 euros. Se está realizando gracias a la colaboración de esta cooperativa cordobesa y el Instituto del Plástico, con sede en Valencia.
Olipe, la cooperativa olivarera del Valle de los Pedroches, tiene 850 socios. Siempre ha estado a la vanguardia. Pedro, ya jubilado, mantiene su finca de olivar de montaña. Él como otros agricultores de los Pedroches han dado un paso más en la agricultura ecológica y están aplicando agricultura biodinámica. Consiste en tratar los olivos con ciertas plantas medicinales, en lugar de pesticidas, y tener en cuenta las influencias de los astros para realizar las tareas agrícolas.
En esa línea de respeto a la naturaleza está el proyecto de fabricar plásticos a partir del hueso de aceituna. También buscando una mayor rentabilidad para los socios de la cooperativa. Medioambiente y valor social se dan la mano en el proyecto de los Go-Oliva que acaba de recibir un premio de Innovación Sostenible. Los pasos iniciales para conseguir el plástico del futuro han sido un éxito, ahora falta su desarrollo industrial.