Tierra y Mar

La sequía reduce la recolección de alfalfa y es difícil encontrar forraje para el ganado

¿Quieres ver más noticias destacadas? Visita la web de Tierra y Mar. Y el programa completo lo tienes en la plataforma de CanalSur Más.

CANAL SUR MEDIA 18 diciembre 2022

Las lluvias de las últimas semanas han aliviado la situación en el campo, que era trágica por la falta de agua. Sin embargo, han llegado tarde y no han conseguido salvar algunas campañas que ya habían finalizado, como la del forraje.

Estamos en la última parcela de forraje que quedaba sin segar en el Bajo Guadalquivir, el resto, hasta 7.000 hectáreas, ya esta todo recogido. No ha sido un buen año, la falta de agua ha mermado y mucho, la producción

Los hermanos Mora, agricultores de toda la vida, empezaron con la alfalfa hace unos años al calor del cheque verde, la ayuda que la Unión Europea daba a las prácticas agrícolas beneficiosas para el medio ambiente, entre ellas a los cultivos que como la alfalfa fijan nitrógeno al suelo

La mañana comenzó accidentada por una avería en la segadora que se pudo solucionar. ahora ya está en el campo cortando, después de un par de días de secado, vendrá la empacadora. A pesar de las lluvias de este mes de diciembre los agricultores siguen mirando al cielo porque los embalses están vacíos y otro año más peligra el riego. Y ha llovido, el campo lo ha agradecido pero la tierra estaba tan seca que el agua apenas ha llegado a los embalses. La mala cosecha se nota en la nave almacén, aquí caben 10.000 toneladas de forraje y ahora está prácticamente vacía.

Desde que los hermanos Mora se dedican al forraje, lo comercializan entre los ganaderos de la zona. A ellos le venden alfalfa, maíz dulce, guisantes, paja. Una de las ganaderías que le compran está en la pedanía utrerana de Guadalmena de los Quintero, a apenas 20 kilómetros del almacén. Aquí hay 150 vacas de leche. A pesar de la cercanía compradores y vendedores han visto como se disparaban los precios este ultimo año. A la subida desorbitada de los precios se une la escasez de productos para la alimentación de animales.

Las lluvias de diciembre han aliviado el campo y dado esperanza (devuelto la confianza) a los agricultores. Muchos han decidido sembrar a última hora, sobre todo cereales. Pero tiene que llover más para que se note en los embalses, que a finales de noviembre estaban a un 18 por ciento de su capacidad. Sin los pantanos a niveles aceptables no serán posibles unos riegos de primavera sin restricciones, algo que ya ha ocurrido los últimos cuatro años.