Junto a centenares de reses de lidia, la finca mantiene rebaños de otras especies, comercializa productos como queso, aceite y sobrasada; y hasta ofrece visitas turísticas. ¿Quieres ver más noticias destacadas? Visita la web de Tierra y mar. Y el programa completo lo tienes en la plataforma de CanalSur Más.
Unos 600 toros bravos se crían en la finca Dehesa de Frías, en el parque natural de la Sierra Norte de Sevilla. Son 1.300 hectáreas en las que corren los bravos, pastan los mansos y donde conviven rebaños de otras especies. A la entrada de la finca están las reses bravas que llegarán a las plazas de toros este mismo año.
Es el hierro de Dolores Aguirre, heredado ahora por su hija y muy apreciado en los ruedos. Durante 36 años y hasta que falleció en 2013, Dolores Aguirre dirigió con mano serena y firme la ganadería. Quesos, sobrasada, aceite y una larga lista de productos son comercializados con la marca Sucum, nombre del asentamiento prerromano que se instaló en la localidad sevillana de Constantina.
Pero también crían ovejas y vacas para carne, organizan visitas guiadas, dan catering y diversas actividades más para que el valor añadido de lo que se produce se quede en la finca. También han tenido ocas que Tierra y mar grabó hace años. Ahora están esperando a que llegue una nueva remesa de Francia, una vez superada la prohibición por la gripe aviar.
Se trata de una economía circular y también social porque han colaborado con asociaciones de personas con discapacidad en tres proyectos de la finca. Hay que diversificar para hacer sostenible económicamente un entorno como este. En Dehesa de Frías todo es grande, la extensión que llega hasta el embalse del Huesna, los toros enormes, y los árboles centenarios. Eso es la dehesa, un ecosistema único en Europa que no existiría sin la ganadería, igual que la ganadería extensiva no se entendería sin la dehesa.