Ovejas lojeñas en dificultades para mantener su rentabilidad
La sequía está causando una grave reducción de la cabaña de ovino en la comarca cordobesa de Los Pedroches.
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Es una raza andaluza por los cuatro costados, la oveja Lojeña. Se dan en la zona más al poniente de la provincia de Granada. Solamente se venden para carne. Han tenido siempre un buen mercado en Marruecos y ahora están pasando un mal momento debido a la sequía.
La oveja lojeña es una raza con rasgos genéticos inscritos en el Catálogo Oficial español. Se desenvuelve en un ecosistema de 30.000 hectáreas que acoge a varios municipios del Poniente Granadino y la Cordillera Antequerana. Con una cabaña de cincuenta mil animales, el ovino lojeño se cría, en exclusiva, bajo ganadería extensiva buscando la certificación ecológica.
De ubre pequeña, la oveja lojeña se cría por su carne. Los ganaderos intentan aprovechar todos los nichos de mercado posibles para conseguir una difícil sostenibilidad económica. El lechal va a la restauración gourmet. Pero los imponentes cuernos de los machos es lo que hacen más apreciado a los borregos en las fiestas religiosas musulmanas.
Pero la oveja no solo produce carne o leche. La lana es una fibra natural usada desde tiempo inmemorial para mil aplicaciones; como aislante o fertilizante y por supuesto para tejer prendas de abrigo. Al proceder de Ganadería Extensiva garantiza el máximo respeto hacia el Medio Ambiente. La lana de la oveja lojeña suma otro punto en la vertebración rural que varios emprendedores están ya poniendo en valor.
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