Las temperaturas y las precipitaciones que se produzcan este otoño serán cruciales para los embalses, así como para el rendimiento de los cultivos. Conocemos las previsiones del sector.
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Este domingo, 30 de septiembre, termina el año hidrológico 2023-2024 y comienza uno nuevo. Han sido doce meses para el campo marcados por las lluvias abundantes de finales de marzo y las temperaturas elevadas de agosto.
Si en general para la ganadería ha sido un año aceptable, la agricultura de algunas comarcas de Almería, Cádiz, Málaga y Granada lo han tenido muy difícil, por no decir imposible.
El año hidrológico comienza con los embalses andaluces a un nivel muy bajo, apenas el 30 por ciento. Con grandes diferencias entre provincias, los de Málaga y Cádiz están peor. Hace seis años que no llueve en condiciones y la hucha del agua va mermando. Agricultores y ganaderos confían en que este año regresen las lluvias que le den un respiro al campo.