Cartel de auténtico lujo en la localdad jienense, con Sebastián Castella, Manzanares y Talavante. Se lidiaron tres toros de García Jiménez y otros tre de Domingo Hernández, que dieron un gran juego. Si quieres ver más noticias destacadas, visita la web de Toros para todos. Y en la plataforma de CanalSur Más tienes los programas completos.
La Corrida del Renacimiento celebró su cuarta edición en la plaza de toros de Baeza, en Jaén. Cartel de auténtico lujo con Sebastián Castella, Manzanares y Alejandro Talavante. Se lidiaron tres toros de García Jiménez y 3 de Domingo Hernández, que en conjunto dieron un gran juego.
Abrió plaza Castella en el año de su reaparición. Su primer toro fue un gran ejemplar de Olga Jiménez y lo recibió con verónicas de manos bajas. El diestro conformó una gran faena por ambos pitones, con la colaboración de una embestida franca y repetidora. La duración fue larga y llegó un aviso tras una buena estocada. El descabello dejó solo el premio en una oreja. De nuevo la espada le privó en el cuarto de cortar otra, a pesar de conseguir acoplarse con ambas manos a un noble toro de Hernández.
Manzanares desorejó al quinto. Un bravo toro de hermanos García Jiménez. La faena fue de menos a más hasta conseguir lo mejor cuando se echó la muleta a la mano izquierda. Aparecieron los naturales mejores, que rubricó matando al toro recibiendo, lo que provocó una sincera petición de dos orejas justamente concedidas .El primero de su lote también embistió y el de Alicante se acopló a él, pero al hacer guardia la espada, se le fue el trofeo.
Lo mejor de la tarde corrió a cargo de Talavante en el sexto. Toro de Domingo Hernández, de nuevo bueno y faena honda, templada y de amplia personalidad, con una suavidad tremenda, el Talavante de siempre. Un pinchazo previo, dejó el premio en una oreja. Otra cortó al tercero de Jiménez. El torero, en estado de gracia, también construyó una labor despacio y abandonado cortándole una oreja con fuerte petición de la segunda. Una tarde para el recuerdo, porque hubo toros y toreros, curiosamente tres que no tuvieron demasiada suerte en la pasada feria de Sevilla.