Con su propia identidad y, a la vez, fiel a la esencia de Antonio Canales. La bailaora Rocío Garrido borda con sus tangos una actuación que la lleva a la semifinal.
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Antonio Canales esperaba con gran curiosidad la actuación de Rocío Garrido. No era para menos, ya que la bailaora almeriense se enfrentaba al desafío de hacer una coreografía que plasmara la esencia del bailaor. Y ha preparado los tangos, el palo fetiche del trianero, con tanto cariño que ha pedido consejo a Rubén Olmo, director del Ballet Nacional.
El resultado ha sido maravilloso. Se han escuchado numerosos aplausos. "No te ha imitado pero estabas tú", ha manifestado Manu Sánchez. Y no sólo en los pies, el artista se ha visto reflejado en otras partes del cuerpo, la mirada y hasta en el espíritu. "Has ido a varias épocas de mi vida y has cerrado con honor con mi tango de Triana", ha dicho emocionado con este homenaje.
Falete ha utilizado la palabra "impresionante" para calificar la actuación. Y es que nunca, ha añadido, he visto a ningún hombre bailar esos tangos. Manuel Lombo ha disfrutado tanto contemplándola que casi se le olvida pulsar la estrella. Pero las cinco estrellas han brillado por unanimidad.
En la semifinal, el reto será "lo que diga Canales", y Canales ya ha dicho que le gustaría verla bailar por seguiriyas con bata. Seguro que Rocío Garrido, Premio Desplante del prestigioso Festival del Cante de las Minas, nos volverá a sorprender.