La finca posee un extenso encinar con zonas abiertas y otras de espeso matorral. Un hábitat ideal para ciervos, jabalíes, gamos y muflones.
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Con mucha ilusión vuelven los monteros a El Halcón, una finca muy conocida por la cantidad y calidad de jabalíes que allí se crían.
La organización de la montería había citado a los monteros temprano para así tener horas por delante para batir la mancha muy despacio, pues a los jabalíes hay que dedicarles mucho tiempo para sacarlos del monte.
Tras las recomendaciones se procedieron a los sorteos de los puestos, y sin perder tiempo los cazadores se prepararon, pues las armadas saldrían de inmediato una tras otra.
La finca posee un extenso encinar con zonas abiertas y otras de espeso matorral. Un hábitat ideal para ciervos, jabalíes, gamos y muflones.
Cuando los monteros entraron en la mancha ya se dejaron ver algunas reses como venados y muflones, pero hoy no eran esos los objetivos de la jornada de caza.
Y hay que tener en cuenta que muchas veces el tamaño de los colmillos no se corresponde con el tamaño real de los ejemplares de jabalíes. Un factor importante a tener en cuenta a la hora de buscar la presa.
Así que siguiendo con la jornada, les contamos que todos los puestos tenían amplios tiradores. Pero el problema este día radicaba en el aire, un factor que de ser un hándicap, al final se convirtió en todo lo contrario, pues iba a propiciar la caída de muchas bellotas, y eso era bueno para el encuentro con los jabalíes, ya que es el alimento más buscado por estos animales en esta época el año, cosa que iba a contribuir al éxito de la jornada.
En definitiva, cuando las realas ya estaban camino de las sueltas, en poco tiempo ya estaban batiendo por el monte en una jornada de caza que se antojaba espléndida.